miércoles, 14 de diciembre de 2011

UTMB 2011.- META


El tramo más corto, y sin embargo el más largo, el más vivido, el más sentido, toda la experiencia del UTMB concentrada en unos pocos kilómetros, en un escaso margen de tiempo muy sufrido , excesivamente sufrido y que sin embargo no querría que terminase jamás.

Ni siquiera recuerdo como pude levantarme de la piedra en la había dado buena cuenta del bocata para comenzar a articular los primeros pasos hacia la meta, si que recuerdo el despedirme de la grata compañía de los ángeles de la guarda y de Laura, si que recuerdo salir de Argentiere paso a paso, seguro de poder terminar lo que en aquel momento y en aquel instante era una autentica tortura física y es que mis rodillas son dos bloques sin casi articulación y mis tobillos no existen, se encuentran escondidos bajo una buena capa de piel y carne inflamada ( dos melones vamos)

Sin embargo debo reconocer que el paso, aunque limitado y lento, es suficiente como para llegar a meta en 2 escasas horas, pero mi estomago se va a empeñar en tomar protagonismo de las últimas sensaciones de esta aventura.

Continuo con la magnifica compañía de Julia, el tramo debería ser en franco descenso pero de eso ná de ná, soy incapaz de trotar salvo si el descenso es muy evidente y me cuesta mucho conseguir mantener el tipo en el resto de los tramos.

Poco después, mi estomago vuelve a quejarse, necesito buscar un lugar apartado, por suerte , en este momento es posible, me escondo un poco y.........pues eso, pake contaros .

Cuando regreso ya parezco recuperado del apuro, sin embargo no tardaré muchos minutos en volver a visitar a los gnomos del bosque para abonar sus próximas cosechas.

El peligro es que, por más que bebo o como, todo lo que ingiero tiene línea directa y mi cuerpo es incapaz de asimilar los líquidos y sólidos, en resumen y sin entrar en más detalles, cada vez pierdo más líquidos.

La de veces que me acordé del gel de las narices en este tramo, incontables, como incontables fueron las veces que le preguntábamos a cada lugareño cuanto quedaba para Chamonix.....y la respuesta era de lo más variada....y alucinante....desde los 30 minutos a la hora y media....y no les faltaba razón a los dos, lo que pasaba es que mi cuerpo y su resistencia estaba llegando al límite y solo pensar en hacer más de 15 minutos más me parecía imposible.

No les faltaba razón ya que tras un buen descenso estábamos a la altura del rio que pasa por Chamonix , y yo ya me las prometía muy felices cuando , de repente, frente a nosotros, un voluntario de la organización nos desviaba hacia arribaaaaaaaaaa....(cuando por el rio tan solo quedarían unos 4km prácticamente llanos.
.....y la subida que nos espera es durilla y tras 170 km parece, más bien, un autentico muro.

Vamos subiendo hacia el Petit balcon sud( un sitio idílico, todo hay que decirlo, frente al macizo del M.Blanc) y solo de pensar hasta donde tengo que ascender se me viene el mundo encima, ya que noto que estoy llegando al límite, la deshidratación que me provoca la descomposición me comienza a provocar mareos.

La última subida se hace interminable, Julia me va dando ánimos, pero lo único que alcanzo a hacer es seguir adelante sin poder articular palabras, en uno de los últimos apretones no tengo escapatoria posible ni a un lado ni a otro de la senda y solo me quedan dos opciones....la "autodescomposicion" o "utilizar" la senda....le digo a Julia que se adelante y..... por suerte no aparece nadie durante tan sublime momento.( Ale Dieguete, aqui tienes la explicación a esa tierra marronacea que conservas como oro en paño en un tarro de cristal creyendo que era barro adherido a tus zapas del UTMB) ;)

Voy reventado, pero todavía me queda lucidez para girar la mirada a la izquierda al pasar por el Petit Balcon Sud, ante nosotros esta el Macizo del Mont Blanc en su típica imagen de postal, sencillamente espectacular.


Vistas desde el Petit Balcon Sud




Volviendo a lo más mundano, sigo con mi imperturbable labor de abonado de las tierras galas, pero tengo un problema, y es que ni Julia ni yo tenemos papel o pañuelos donde me pueda limpiar, por suerte deben de quedar muy pocos kilómetros y Julia decide adelantarse a Chamonix para pedirle a Juan Carlos el "material".

Me quedo solo y me voy comiendo el tarro mientras me adelantan decenas de corredores, ya solo puedo caminar muy lentamente y aún así......INCREIBLE......voy a adelantar a un corredor, este va a ser el único corredor adelantado por mi desde Aregentiere a meta.

El adelantamiento parece sacado de un gag, se hace tan eterno como lo están siendo estos últimos kilómetros, a cámara lenta y casi sin poder caminar ni uno ni otro adelanto al compañero con el que cruzo la mirada y nos damos ánimos durante unos larguísimos segundos ( parecemos dos camiones adelantándose en una autovía, uno a 3km/h y el otro a 3,1 km/h) .

Lo que viene a continuación no tiene explicación, no sé ni de donde salen las energías ni la capacidad pero me pongo a trotar cuesta abajo durante unos cientos de metros....parece que, ahora sí, ya lo tengo .

Pero no, el trote tan solo consigue el peor de los efectos, al cabo de unos cientos de metros estoy completamente mareado, a pesar de la labor de los bastones, la sensación es la de caer desplomado en cualquier momento, mientras trato de mantenerme en pie llega Juan Carlos con el papel (que falta me hace) y no tardo en comentarle que puede que en cualquier momento puedo caer al suelo, que este atento para evitar cualquier golpe.

Poco después veo que es inevitable la caída, me aproximo a un pequeño árbol que hay al lado de la pista y me agarro a él , de aquí no me muevo hasta que pase el mal rato, Juan Carlos esta a mi lado y no para de apoyarme, le noto preocupado y no es para menos, le comento lo evidente, que si caigo me "enchufe" todo el azúcar que llevo encima para poder reaccionar, esto no lo puedo dejar a solo dos kilómetros de meta.

...y aquí estás tú de nuevo cariño, siempre has estado, en el amanecer de Bonhomme, en el paso por el Col de la Seigne, disfrutando del Lac Combal y el glaciar de Miage, descendiendo hacia Courmayeur , disfrutando de las vistas del macizo del Mont Blanc entre el Ref. Bertone y el Bonatti, animandome a seguir en el infiernillo entre Arnuva y el Grand Col Ferret, dándome un espaldarazo en el duro momento de La Fouly, haciéndome compañía mientras superábamos el paso de Martigny y el duro momento del Col de Forclaz, maravillándonos del bello paisaje alpino sentados en aquella piedra en el descenso de Catogne, pero ahora siento tu apoyo más cercano, casi como si pudieras cogerme del brazo y decirme al oído que tengo que continuar, que ya no nos queda nada, que no lo puedo dejar aquí.......

Logro recuperarme del mareo y me decido a continuar paso a paso, el sonido de la música de meta suena con más fuerza a medida que voy descendiendo, pero ahora hay algo diferente, al final de esta cuesta se adivina el asfalto de las calles de Chamonix, allí, en los primeros metros de asfalto están Laura y Julia esperándome.

No puedo evitar emocionarme al coger a Laura de la mano al llegar a Chamonix, la emoción es intensa, ahora ya sé que lo hemos conseguido y que juntos haremos los últimos metros del que fue nuestro objetivo y nuestro sueño.





Al llegar junto al rio la cantidad de gente animando es enorme, las lagrimas en los ojos no me dejan ver durante estos metros pero siento la el apoyo y la calidez de las palabras de gente cercana que me apoya al pasar junto a ellos.
Últimos metros. foto Miguel Flor.




Rio y lloro, soy incapaz de parar de llorar y a la vez de reír por haberlo conseguido, junto a Laura, junto a Juan Carlos, junto a Julia y junto a ti, cariño, cruzo la meta del UTMB, lo hemos conseguido !!!







¿Cuánto rato estoy sentado en meta junto a Laura? buff!!...no sé, mucho, trato de recuperarme de la intensidad de lo vivido mientras voy viendo pasar a cantidad de finishers, entre ellos, al compañero del adelantamiento a cámara lenta de hace pocos kilómetros, una vez más, con la mirada nos lo decimos todo, puedo aseguraros que nunca olvidaré su mirada como nunca podré olvidar la experiencia vivida durante estos dos días de UTMB, realmente irrepetible.

CHAMONIX km.171 42:32:50 pos.695




Lo importante es estar, y tú, siempre estarás.